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Es esencial reducir los residuos alimentarios para preservar la salud del planeta. Sin embargo, solo en la UE, se generan 57 millones de toneladas de desperdicios al año, con un coste asociado aproximado de unos 130 mil millones de euros1. La mitad de estos desperdicios se producen en los hogares, y se estima que la confusión sobre la fecha de consumo preferente y sobre lo que esta significa es responsable de al menos un 10%2.

Kellogg’s se suma a la lucha contra el desperdicio alimentario al añadir el distintivo «Mira, huele, prueba» de Too Good To Go en sus paquetes. El objetivo es ayudar a los consumidores a no tirar productos que siguen estando en buenas condiciones y son aptos para el consumo, aunque haya pasado la fecha de consumo preferente. En la parte superior de los paquetes de cereales, junto a la fecha de consumo preferente, se incluye información sobre cómo evitar el desperdicio de alimentos.

Esto se suma al compromiso de Kellogg Company de reducir en un 50% los residuos orgánicos, incluidos los residuos alimentarios, en la elaboración de nuestros productos en todas las plantas de producción propiedad de Kellogg para finales de 20303, según marcan los objetivos de la UE y la ONU4.

Qué significa la fecha de consumo preferente

Si la fecha de consumo preferente de un producto ha pasado, no lo tires a la basura automáticamente y usa tus sentidos (tanto la vista, como el olfato o el gusto). En primer lugar, comprueba que el producto se ha almacenado correctamente siguiendo las instrucciones del embalaje, ya que así mantendrá su frescura durante más tiempo. A continuación, usa tus sentidos: